LAS ALMAS QUE SE ENCUENTRAN SE RECONOCEN. NUNCA SE SUELTAN NI CON LA DISTANCIA NI CON EL SILENCIO, NI CON LAS VUELTAS QUE DA LA VIDA.

Las almas tienen planes específicos que cumplir aquí en la Tierra y entre ellos está encontrarse con otras almas y se reconocen, cuando esto sucede esas almas se conectan reconociéndose como si hubiesen estado juntos desde hace mucho tiempo y cuando esto sucede nunca se sueltan ni con la distancia, ni con el silencio, orgullo, desilusiones y heridas que pueden suceder aun todas las vueltas que de sus vidas no se sueltan aun ni con la muerte.

Es por esto cuando a tu vida llegue una persona especial y sientas una hermosa conexión especial, agradece a Dios y al Universo por este regalo porque esta persona ha venido a ti a cumplir una misión juntos que tal vez quedo pendiente de otras vidas y en esta deben reunirse para sanar algo o evolucionar espiritualmente. Es hermoso este tipo de conexiones y no a todos les pasa porque para esto debe tener tu alma abierta y creer en estas cosas. Es maravilloso cuando dos almas se conectan y se reconocen pero a veces estas relaciones de amistad, pareja no son color de rosa es todo lo contrario pueden ser muy conflictivas y desgastante pero en vez de soltarlos e ignorarlo debes abrir tu ser con humildad y ver que aprendizaje te trae esta alma a tu vida, que mereces aprender o sanar en tu interior y esta persona a llegado a ti a que te veas y busques dentro de ti para que puedas sanarte y evolucionar, apoyándolo a la sanación de esta persona también, recuerda que cuando tu sanas, todos sanamos porque todos estamos conectados, todos somos uno. Cuando yo sano, sano mi entorno, mi familia, mi pareja, mis amigos porque todos estamos conectados en energía y luz. A veces es difícil entenderlo porque es más fácil buscar fuera que adentro, pero recuerda que el verdadero cambio empieza en ti. Que hoy sea un día de reconocer y agradecer por todas las almas que haz conectado contigo y que te han apoyado en tu crecimiento y evolución espiritual porque todos los que llegan a nosotros llegan como una bendición o una gran lección.