Nadie encuentra su camino en la vida sin haber perdido varias veces su rumbo.
Hay ocasiones en las cuales nos desviamos de nuestro camino y transitamos por lugares poco conocidos; esto hace la vida intensa y la llena de matices diferentes que nos presentan una nueva perspectiva.
A veces requerimos perdernos para encontrarnos y conocer lo nuevo que yacía oculto en nuestro ser, porque no se había presentado la ocasión que le permitiera salir.
Esos momentos son importantes y valiosos en la vida porque muestran una mejor versión de lo que somos.
Por eso cuando te pierdas en el camino no te angusties, mejor abre tu mente y pregunta hacia tus adentros: qué cosas nuevas me enseñará este camino? Cuáles cosas buenas descubriré en él? Qué nueva parte de mí ser se abrió con este desvió?
Enfócate en el camino de tu vida, en el propósito que quieres alcanzar, en eso que mueve tu ser, que te apasiona y te hace vibrar y por lo que estás aquí.
Sigue hacia adelante, no te detengas, disfruta cada paso de tu largo camino de vida, valora y agradece cada detalle, cada pisada y caída, visualizando la meta que deseas y mereces alcanzar.
No te preocupes por el destino de tu viaje, disfruta el viaje, disfruta del aquí y el ahora, estás justamente en el mejor lugar que te corresponde y mereces estar.
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