Dice una frase: Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás, así te ahorraras muchos disgustos. Por mucho tiempo me costó aprender esta gran lección de vida porque desde niña tenía muchas expectativas respecto a mis padres, hermanos, amigos, parejas, creía que porque yo daba mucho de mí por regla de vida las personas en mi entorno me devolverían en la misma medida que yo daba, muchos desengaños, tristezas y desilusiones vividas por el mismo motivo de esperar demasiado.
Hasta que aprendí a que cada relación que llega a mi vida es con un propósito de aprender lecciones que requiero para mi crecimiento espiritual y de mi alma, aprendí a no juzgar ni preguntar por qué alguien actúa de esta manera conmigo? por qué esa persona tuvo esa actitud o palabras hirientes conmigo? Entendí que no sirve de nada preguntar todas las dudas que llegaban a mi cabeza porque lo que ganaba era atormentarme, restar alegrías, sembrar incógnitas que me hacían mal porque me llenaban mi alma de tristezas y desilusiones.
Aprendí que no todos pueden ser como yo y que yo aunque tenga mucha rabia no puedo convertirme en ellos porque perdería la esencia de mi alma, comencé a aceptar a cada quien como es y entender que hay personas que nunca cambiaran y que no están comprometidos con los demás. Aprendí a dar sin esperar nada a cambio porque lo único importante es lo que yo trasmito y entrego, que yo decido que doy a quien doy y en la cantidad que lo entrego.
Aprendí a exigirme mucho a mi misma, a retarme cada día a ser un mejor ser humano, a pensar positivo a no permitir que actitudes o palabras y gestos de los demás arruinen mis días, sé que no puedo evitar los sentimientos que estas circunstancias generan en mí, pero si puedo elegir a cuales cosas darles poder o no, aprendí a tener otra actitud ante las desilusiones y cada día aprender a vivir el día a día valorando lo que se me entrega con mucho amor y olvidando aquellas cosas que faltan por recibir porque simplemente esa persona no es capaz de crear esos sentimientos, palabras, actitudes o gestos porque tal vez no lo posee y NADIE pueda dar lo que no tiene.
La vida es un constante aprendizaje donde mientras más aprendes es cuando empiezas a vivir sin tantos paradigmas, tabúes, pensamientos negativos que cargas y arrastras dentro de ti que cada día te hunden en vez de trascender. Que hoy sea un día para valorar tus esfuerzos, tu grandeza, el poder interior que tienes dentro de ti, lo que vales y mereces. Hoy es un buen día para exigirte mucho a ti mismo@ y aprender cada día a esperar menos de los demás. Que hoy sea un día de aceptación, de amar a las personas como son sin quererlas cambiar y sin ninguna expectativas de ellos, porque las expectativas es lo que más daño nos causa porque esperamos algo que tal vez nunca vamos a recibir. Hoy es un magnifico día para abrir los brazos y soltar las expectativas y abrirte a nuevas bendiciones que no la piensas y no la esperas, las mejores cosas te llegan de las personas que no esperas y son gratas sorpresas a tu alma. Un abrazo de luz.
Feliz y Bendecido Día
Rossy Batista Guzmán.
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